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1 de agosto de 2011

Si la caca valiera dinero los obreros nacerían sin nalgas

 En la foto y disfrazado de bufón colorín colorado: el redactor de *panfletos engañabobos de la ONU  y agitador de jóvenes S. Hessel*. Decía curiosa-mente otro distinguido masón llamado Napoleón Bonaparte: "En las revoluciones hay dos clases de personas: las que las hacen y las que se aprovechan de ellas. Los jóvenes ejecutan las revoluciones que los viejos han preparado". Por favor, lean y escuchen de su propia voz a través de los enlaces coloreados con amarillo para conocer un poquito mejor, por si acaso...

    Cuando era un nen, o sea, un mocoso de menor altura, recuerdo que vi un espontáneo grafitti en mi barrio que decía: "Si la caca valiera dinero los obreros nacerían sin nalgas". Ahora pienso que los tiempos corren como al revés y con tanta plaga de espabilaos seguro que ya existe una fábrica en un lugar apestoso del mundo de fabricación excrementicia. De todo hay en el corralillo del señor... Ahora, eso sí... hoy en día hay mucha caquita que sale convertida incluso en dinero. La creciente degeneración moral, económica, artística, cultural, ideológica, política, biológica, sentimental, espiritual, jurídica, religiosa, etc... se ha extendido por doquier para crear infelicidad, confusión y dolor, debilitando poco a poco asimismo a todos -los tontos infelices sufren menos este mal- menos a los beneficiados productores de escoria social. Y entre tanta escoria sobreviene la frustración. Y con la frustración la desesperación. Y con la desesperación el inevitable error... No se trata de una idea conspiranoica más sino de una cruda realidad que necesitamos profundizar más para no caer en una peligrosa manipulación y lo peor: en un peligrosísimo conformismo. En realidad, la mayoría de los más grandes poderes fácticos no quieren que tú pienses o actúes por Ti mismo (lo cual no significa que tengas que caer en decisiones antisociales, no cuestiones crítica-mente siquiera a la chusma, te conviertas en un sistemático hipócrita* anticapitalista más, tal vez dejando de buscarte la vida -económicamente hablando- o vayas a tu puta bola -como se dice vulgar-mente-) Y me refiero a cierta hipocresía* porque casi todo el mundo se muestra reivindicativo cuando tiene poco pero cuando se empieza a disfrutar de los privilegios y placeres del capital o del poder, se cambia radical-mente la ideología, así como la moral anterior a su situación económica. Esto resulta muy explicable porque la antigua forma de pensar no representa ya las ventajas de una posición cómoda. La frase de Karl Marx: "Las condiciones económicas determinan y moldean la conciencia y no al revés" es muy cierta en la mayoría de los casos. Bien... En mi opinión y siguiendo el discurso anterior, se trata de vivir por razón y no por imitación (como decía el antiguo filósofo Séneca) para no acabar siendo una piltrafa marioneta de... ¡vete tú a saber de "Quienes" están detrás! No obstante, el objetivo final de nuestras humildes o pequeñas autorrealizaciones radica en que exista al menos también un esfuerzo común para que los legítimos derechos de la soberanía democrática se materializen cuanto antes -y sin condiciones- en el pueblo. Sabemos que no se trata de una idea inverosímil, sino tan real como el pan que todavía comemos... Si no sucediera todo ello así, ya podemos seguir escuchando mientras tanto despreciables cuentecicos de Calleja. Muchos pretenden cambiar el sistema capitalista pero muy pocos aceptan cambiar en el fondo su miserable corazón de burgués. Por ejemplo, los jóvenes participantes en las numerosas revueltas europeas se manifiestan como reivindicadores honestos (jóvenes o no tan jóvenes -¡y menudo dramón familiar hay aquí!), pero otros muchos son hijos aburridos de papá o en su defecto amantes de la aventura adrenalítica, el ruido y la fiesta, víctimas a su vez de un extremismo político precursorizado por el bestia-seller del diablo Hessel* (al cual también habría que responsabilizarle ética-mente -entre otras cosas- por haber provocado que ciertos jóvenes hayan sido utilizados para ese mediático apaleamiento público en su experimento pseudorevolucionario... y... y... por haber defendido la intervención sanguinaria de la OTAN en Libia. | INTRODUZCO ESTA ACTUALIZACIÓN: Durante los orquestados y eclipsadores disturbios de Londres* (Agosto 2011), la OTAN -que defiende oportunamente Stéphane*- asesinó durante un ejemplar bombardeo a 85 libios -33 de ellos niños-. ¡Claro! estas y otras muchas vergonsosas barbaries no le producen "indignación". | Repito de nuevo: ¡vaya pacifista de doble moral muy pseudomasónica* y menudo panfleto hipócritón su legado...!) Podría decir mucho más... (guardadlo como memoria justificatoria por ahora pues dentro de un tiempo os daréis cuenta del horror que se fragua en medio mundo -y eso que no pocos ya saben que aborrezco las desinformadoras conspiranoias o madres amamantadoras con muy mala leche de todas las verdaderas conspiraciones-) | Ésos miles de frustradillos exaltados e inmaduros, elementos del pre-parado desahogo político, no representan en absoluto el dramático problema de la crisis económica en España y en Europa, sino las familias que no tienen nada que llevarse a la boca tirados en la puta calle (a éstos os juro que no los van a ayudar esos típicos e hipócritas "Indignados", sino a quéllos que entran por conveniencia política en su programa estratégico de "izquierdas")  ¡Que nadie juegue con el sagrado Pan!. Que Nadie juegue... (y va también para todos los sinvergonzones políticos oportunistas y esos periodistas burgueses de tres al cuarto, más oportunistas todavía, comprados por los mejores postores reaccionarios...)
    Ya lo escribí de forma más bien inédita-mente modesta también hace muchos años* y reitero lo que ahora parece haberse consagrado e interpretado como un ignaro slogan: "Pan y paz y Pan". El Pan nuestro de cada día se prioriza sobre las absurdas y farisaicas demagogias acerca de la "paz" burguesoide (pero... pero si quitan el Pan habrá guerra... ¡y punto redondo.!) Como decía el antiguo filósofo Lao Tsé: "El gran guerrero no es belicoso. El santo se vale tristemente de las armas sólo por necesidad". Debemos de cambiarnos a nosotros mismos mucho antes de que el dichoso Sistema político-económico (sea cual sea) nos cambie a su caprichosa voluntad y nos transforme finalmente en unos fieles lacayos más. Dicho de otra manera y sin ánimo de repetirme: ¡perros burgueses de paja!

    (Muchos al igual que yo somos -y mejor estamos- INDIGNADOS mucho antes que los lacayos de    Hessel*, pero no de esa primera marca...) -No importará, pues casi nadie leerá el presente texto-

    Afortunadamente el dinero no puede comprar lo más importante.Recordemos lo que ya dijo el propio Rockefeller: "Por mucho que te esfuerzes nunca llegarás a ser rico". O sea, que los privilegiados de siempre y los afortunadillos sin escrúpulos -inclusos los más ineptos- serán poder-osadamente los mismos masmones para que de ninguna de las maneras se supere la barrera económica controlada muy bien por ellos. En esta suciedad democrática tendrás el disgustejo de conocer mejor a cierta gente más inútil que el cenicero de una moto. Pero eso no es lo peor de todo. Lo que las mayorías con aspiraciones honradas queremos (¡por necesidad!) no es la riqueza corrupta del baboso o el triunfalismo populista demagógico, sino dejar de ser esclavos dependientes de lo miserable-mente material o por el contrario que esos hijos del Cornudo dejen de organizar interesadas crisis para que muchas familias no pasen hambre (entre otras cosillas, claro está) Es decir: que la opulencia de esos vividores que no pegan apenas golpe deje ya por sistema joder la peor de sus marranas... ¿OK...?

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