¡REVOLUCIÓN, NO INDIGNACIÓN!

“…y sed nenes buenos: no os revolucionéis, no salgáis nunca de las plazas” -<<Sí mi señor, pero mi culo ya está cansado de calentar el suelo y mi garganta de elevar la voz a quienes me recortan hasta el aliento. Además, sólo sé que sigo teniendo hambre en el cuerpo y sed de justicia en no sé dónde…>>”

    ¿A dónde quiere llegar el necio…? Reitero lo que desde hace mucho tiempo ya se advirtió… Mira bien a tu alrededor…Me refiero a una de las más descaradas tramas francmasónicas de imperdonable doblez, urdidas por los defensores privilegiados del sistema más burgués en esta última fase imperialista (la élite financiera, intelectual, no sólo izquierdista sino a veces también fachosa, conservadora para los pocos de siempre, neoliberal pero a su vez muy, muy mediática en una corrupción política sin apenas escrúpulos –también me refiero a “esos” que por conveniencia se hallan ahora muy entre bastidores…¡claro!) Gritar sin llegar a oírte a ti mismo dentro de una claustrofóbica plaza a quiénes literal y cómodamente se están partiendo el culo de risa (te juro que es así) o enseñar pancartas (¿quiénes las leen? ¿quiénes?) con máximas simplistas que pudieran venderse en el mercado, es como hacerse –digo- una paja frente a la mujer (o el hombre) que te tiraniza y peor te provoca… El mismo poder que ordena represión a los empleados más serviles de la policía es el mismo que te puede engañar también mediante propaganda (los malditos mass media–tampoco te creas si eres un pardillo que Internet y las redes más suciales que te atrapan quedan asimismo impunes-) hacia un limitado lugar que “ellos” han elegido para desahogarte políticamente.  Hablamos de la etiqueta sectaria, oportunista, llamada “indignados”, diseñada para beneficiar a los más  listos e inhibir la poderosísima lucha en la mayoría del pueblo que debiera ser el fin sin justificar, el depositario sin rechistar de TODOS los derechos. Hoy todavía existe una pobre demo y muy mala cracia gracias al conformismo de quienes se creen aún muy listos. Mañana tal vez no exista ni el Pueblo… Recordamos de nuevo aquel padre “pacifista” de los ahora “decepcionados”, el judeomasón Hessel y cía. Sí, aquellos defensores de la ONU, la OTAN, FMI, etc… era el abuelito de las hipócritas insurrecciones pacíficas que mandaba en su último libro “a tomar por culo” mientras regalaba el beneficio de sus ventas a una licorería. Repito para que lo entiendas todo :“movimiento sectario de carácter masónico diseñado por el sistema para inhibir la poderosísima lucha latente en la mayoría del pueblo”. Pues para que no salgas o puedas salir, por ejemplo de tu casa por miedo a meterte en problemas (te equivocas porque te hincharán hasta que revientes literalmente a causa de ellos), de tu eterna indignación afónica y se duerma de una vez por todas la verdadera revolución, lamentable situación que más y más les beneficia para que al final sea demasiado tarde y sólo comamos mier…luego pensemos como una mier…) A lo que debemos responderles ya sin vacilaciones: “¡INDIGNADO SERÁ TU PADRE!”

Para el teórico amoral y cínico llamado Nicolás Maquiavelo (s.XVI) en el que se inspira Rajoy, en política "el fin justifica los medios". Más a la derecha todavía y recortada también, vemos uno de sus fashion-looks que le hizo más PoPular.

   (Decía Napoleón, emperador masón no tan cabrón, que para conquistar no hay que atacar sino tomar con determinación la plaza. Esto lo extendía asimismo con asuntos relacionados con el amor. La diferencia reside en que el odio tan provocado, acumulado de forma latente por las masas, ante tanta jodienda del adulador más abusón, tomará por necesidad hasta el trono...)

OTROS PARÉNTESIS:

[“Gracias a nuestra campaña insistente de oportunismo sobre quienes fueron más tontos que nosotros, ahora ya no quiero oíros... porque gracias a vuestro inocente conformismo pagaréis hasta el aire que respiráis. Así es el bonito golpe de estado al bienestar. Entonces no tendréis ni aliento para levantar protesta. Eso sí, a su tiempo ya se encargarán otros que obtengamos de nuevo vuestro valioso sobrecito de apoyo cada cuatro años. Y de decepción en decepción tiro porque me toca…”]

[Proclamaba un gran cantautor: “A galopar, a galopar hasta enterrarlos en el mar”. Podríamos añadir asimismo el primer estribillo de otra brillante canción: “No somos tontos; sabemos muy bien lo que queremos…” Tomar lo que es nuestro y no vivir de rodillas. La Desobediencia Civil hundirá también sin lugar a dudas los cimientos de un corrupto sistema que destapa cada vez más sus vulnerabilidades. Tiempo al tiempo... Revolución es y debe ser evolución colectiva, avance sin miedo ni complejos, saber progresar en movimiento para su liberación final…”]